Jueves, Septiembre 12, 2024
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Conversemos sobre libros: Cazador de gringas de Mario Guevara

Por: Miguel Gonzales Corrales – Escritor arequipeño

El escritor no desempeña ninguna tarea de importancia social. La literatura jamás deber ser “comprometida”. Simplemente debe ser buena literatura. La mía sólo está comprometida conmigo mismo. Que no me gusta que exista la pobreza es un problema aparte.

Juan Carlos Onetti

En nuestra literatura nacional se encuentra una amalgama de estilos, recursos y técnicas literarias premeditas, adquiridas desde la aparición de los escritores latinoamericanos de los años de 1960, ya sea que se los leyó o que se los descubrió a través de la escritura. Un caso curioso me llamó poderosamente la atención cuando leí «Cazador de gringas y otros cuentos» (1994) de Mario Guevara (Cuzco, 1956). Yo conocí este título por aquel año cuando un amigo de universidad se lo llevó por obsequio de un profesor. Desde entonces, le perdí los pasos y no me suscitó mayor interés porque iba leyendo otras obras literarias que satisfacían mi vocación literaria. Sin embargo, años después lo adquirí y me entusiasmó cuando inicié su lectura (solo fue postergada), pero mayor fue mi deleite cuando me iba adentrando en cada uno de los nueve cuentos de característica urbana en un Cuzco contemporáneo.

Lo primero que debo rescatar como texto literario son dos aspectos: La brevedad como narración exacta que explica lo que quiere contar; y la oralidad con que se maneja cada historia a través de un narrador quien explica sus peripecias, sus anécdotas, en el Cuzco, a un supuesto oyente, que es el lector. Ambos aspectos, en algunos casos, nos lleva a un desenlace de incertidumbre. Los cuentos de este libro (excepto dos que son muy breves) me recuerdan al cuento «Macario» de «El llano en llamas» del escritor Juan Rulfo. Esta comparación tiene la similitud en la oralidad ingenua, taciturna y el dialecto de la zona provinciana del Cuzco; como el Macario provinciano de un pueblo mexicano.

Esta fastuosidad narrativa, breve, posee un estilo encantador, atrayente, cuyo narrador oral mantiene la expectativa del lector para saber qué le sucederá al final. Incluso, el último cuento, «Cazador de Gringas» tiene su encanto a través de un personaje urbano, popular, a quien denominan brichero, una especie de galán andino quien busca enamorar extranjeras para obtener beneficios de ella, incluso para salir del Perú. Esta voz atrapa toda la lectura en cada parte de su narración y no deja que nadie le interrumpa con su diálogo entrecortado, pues explica en la comisaria algunas experiencias con unas gringas a quienes sedujo. Cada cuento tiene un armazón cronológico bien estructurado por su brevedad, se lee con rapidez y se entiende el mensaje que su autor pretende sobre estos aspectos sociales de algunos cusqueños, quienes, a pesar de su fealdad, son conquistadores de extranjeras: «Percibo sus miradas que dicen: feo y enano y con una gringa mamacita. Pero usted no sabe lo difícil que es computar a gringas».

Con estas dos oraciones se resume el contenido del libro. Estos cuentos de Mario Guevara son una ilustración cómica y seria a la vez de los bricheros. Su estilo es interesante como apunta el escritor y crítico peruano Eduardo González Viaña, quien prologa este libro, cuando dice: «Lo que es propio de él (de Guevara) es la facultad de recrear en unas cuantas páginas la pasión y las peripecias de una vida larga». Y yo agregaría: Que los diálogos de sus narradores en primera persona son tan hondos en sus confesiones (monólogos externos) que a veces nos hace pensar se refieren a un tú-lector para que analice cómo sobreviven ciertas personas para sustentar sus necesidades personales o de vagabundeo. A fin de cuentas, esto último es la finalidad de cada cuento. «Cazador de gringas y otros cuentos» es un libro de relatos que va a interesar por su prosa ágil, recomendado para su lectura.

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