Aprovechando que ya se habla sobre una cuarta ola por la Covid 19 y por la nueva viruela del mono es necesario pensar en las soluciones que podría dar la ciencia básica a este tema. Por esta razón, conversamos con el doctor Azael Paz, conocedor del tema.
¿Qué tan importante es la ciencia básica en la medicina?
Es indispensable, porque se debe manejar una metodología científica. Desde el brote hasta lo que encontramos hoy día hay una secuencia. Esa debe ser vista por un científico. De ahí ver qué tan contagioso es, el daño que puede causar en el cuerpo humano, etc. Esto le da una gran importancia a los científicos. Hay mucha gente que dice que la medicina es más tecnológica, pero la verdad es que los conocimientos básicos siempre serán necesarios.
¿Cómo los factores ambientales como la radiación interaccionan con nuestro cuerpo?
El proceso del envejecimiento es una oxidación. Todas las patologías que hay, como el alzheimer, las enfermedades, etc. son oxidaciones. Estos sales a raíz de radicales libres que surgen por falta de oxígeno los cuales dañan las membranas y moléculas del cuerpo humano. Con estos se producen reacciones en cadena. También tenemos una ración adecuada de antioxidantes, las cuales se incrementan con buenos hábitos. A los 40 se llegará sanamente. Estamos planificando distintas pruebas para que las personas calculen que tan oxidadas están, y así evitar enfermedades.
¿Puede hablar sobre la investigación que realizó en base al rocoto arequipeño?
Este fue un trabajo muy bonito que aún no concluye. En el año 2002, logramos demostrar que en la mucosa gástrica del estómago hay receptores para la capsaicina, el picante de rocoto. Esto incrementa la capa de moco del estómago que cubren a los ácidos, generando un ambiente protector para la gastritis y el estrés que originan los problemas con los jugos gástricos. Íbamos a fabricar cápsulas que no iban a tener el picor que tiene el rocoto, pero si los factores beneficiosos que posee. Sin embargo, por la pandemia, esto no pudo llevarse a cabo.
¿Cuál ha sido su actividad científico en estos años?
Estuve 20 años lejos del Perú. Cuando volví a Arequipa, me dediqué completamente a la investigación, por querer continuar con las labores que tenía en el extranjero. A pesar de que económicamente no estoy perfecto, sé que logré hacer cosas por mi país. En la facultad de medicina de la UNSA tengo un laboratorio al que llegan varios chicos que disfrutan aplicando los procesos científicos. De los 14 que llegan, hay algunos que se quedan, los cuales -incluso- llegan al extranjero. A pesar de que, al principio, costaba conseguir elementos y recursos, actualmente tenemos lo necesario gracias al canon minero.
¿Quiere dar unas palabras finales?
El secreto para el crecimiento de un país es la educación, y algo muy incluído en este tema es la investigación. Varios países crecieron gracias a este factor. Si queremos salir de la pobreza tenemos que realizar más proyectos que beneficien a la población. Me hace muy feliz hablar de ciencia, por lo que disfruté la entrevista.