Elena Zurrón Rodríguez (Ceuta, 1952) acudía diariamente a la Biblioteca Nacional de España para documentarse sobre Leopoldo de Trazegnies Granda. Este poeta belgo-peruano era el sobrino de la próspera y recordada compositora Chabuca Granda y su forma de escribir le resultaba “sencilla y luminosa”. Pues, consideraba su “obra completísima” y por ello había resuelto escribir su tesis doctoral sobre este personaje, ignorando, que más tarde lo denominaría como uno de los doce “poetas transterrados” de su historia y antología de los poetas peruanos de la generación del 60.
Trazegnies Granda había nacido en Lima, pero radicaba en Sevilla desde hace más de cuarenta años. No obstante, llevaba al Perú en su biblioteca y la Miraflores de su infancia en su memoria. Cuando Zurrón Rodríguez lo conoció, éste le solicitó que no solo se ocupase de él, sino de toda su generación. Luego de dar lectura a su sugerencia, Elena descubrió que el “Perú era un país de poetas” y optó por emprender esta monumental tarea.
Investigar a toda una generación de poetas cuya obra no estaba publicada en España resultaba un “gran escollo”, un verdadero obstáculo para el cometido. Pero gracias a la biblioteca personal del poeta belgo-peruano y a la Biblioteca Virtual de Literatura que este había fundado, pudo tener “una primera toma de contacto con la poesía peruana y los diversos movimientos literarios que se desarrollaron en el Perú a lo largo del siglo XX”.
Más tarde, Elena conocería a Fernando Tola de Habich en Cataluña y Antonio Cillóniz en Ceuta —lugar de nacimiento de la escritora—, el primero le facilitaría periódicos, libros y revistas de la época; el segundo le regalaría una compilación de sus poemas. La proximidad a su región natal y la ayuda desinteresada de estos poetas, la incentivó a sumergirse con fervor en su investigación y en 2015 presentó esta iniciativa para su tesis doctoral en la Universidad de Alicante.
Sus pesquisas continuaron y pudo acceder a diversas fuentes de primera mano: se puso en contacto con Rodolfo Hinostroza antes de su fallecimiento y tuvo el apoyo de su viuda, Ingrid Sikpes; Cecilia Heraud le envió documentos inéditos sobre su hermano Javier Heraud; la poeta puneña Gloria Mendoza le brindaba su apoyo constante y enviaba “la buena vibración de sus montañas” como aliento; Rosa del Carpio escribió una autobiografía para su investigación; Rosina Valcárcel la apoyó y se hizo amiga de Elena; sostuvo contacto epistolar con Carlos Germán Belli, Reynaldo Naranjo García, Marco Martos, Ricardo Silva-Santisteban, entre otros; asimismo obtuvo el apoyo de las familias de Arturo Corcuera y Enrique Verástegui.
La etapa más ardua la realizaría entre 2015 y 2016 en Madrid, y luego de cuatro años de intensa labor, entregó su trabajo titulado Poetas Peruanos de la generación del 60. Poesía de corte democrático y social y su evolución hacia la neo-vanguardia. Finalmente, en 2022, se publicaría la primera edición del libro (Hipocampo Editores) de manera simultánea en Boston, Lima y la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de Alicante.
Arequipa, 28 de julio de 2023.- Junto a las Galerías de Arte del Centro Cultural de la UNSA, Elena Zurrón Rodríguez disertaba con emoción los detalles de la última edición de su libro. La escritora visitaba la ciudad por segunda ocasión para participar en una serie de actividades del 16º Festival del Libro Arequipa y para conocer los pormenores del lugar que acogería al Proyecto Catedra Antonio Cillóniz.
La transmisión en vivo —y primera parte de la entrevista— que se realizó para ELC, fue la siguiente:
El diálogo posterior que sostuvimos es el que sigue:
Es que me han pasado muchas cosas con este libro. Cuando nos invistieron como doctoras en [la Universidad de] Alicante, yo estaba en la fila de la ceremonia y había una chica delante mío. Empecé a hablar con ella —yo hablo con todo el mundo— y me contó acerca de la ilustración; yo le hable sobre los poetas peruanos y me contestó: «Ahh, tu eres la de los poetas peruanos. Yo soy la directora del proyecto de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes en la Universidad de Alicante y tenemos fatal [la sección de] los poetas peruanos. Sabíamos que habías hecho una tesis y te estábamos buscando. Mañana mismo debes hablar con el director para que empecemos a trabajar». Entonces, al día siguiente fui y me dijeron: «mira tienes el trabajo hecho por la tesis, presenta el proyecto como tal y estará aprobado». Ahora, en la Biblioteca, tenemos avanzada «la semblanza crítica» de diez poetas peruanos.
¿Quiénes son esos poetas?
Los míos, los de la tesis. Llamamos [a la entrada web] «poetas de la vanguardia». Claro, yo escribo una carta diciéndoles todo lo que necesito, la semblanza crítica la recojo de mi tesis doctoral y no te imaginas lo bonito que queda. Luego me mandan tres poemas de cada poeta y se publican.
Sería bueno que se reediten los libros de cada uno de los poetas…
[En la Biblioteca Virtual] tengo a Javier Heraud, Lucho Hernández y muchos otros poetas. Ahora no me acuerdo, pero vamos, es un trabajo que hago a diario. Allí hacen un diseño muy bonito que elijo y quedan las fotos preciosas.

Tengo entendido que también se va a desempeñar como Subdirectora Académica del Proyecto Cátedra Antonio Cillóniz. ¿Puede comentarnos más al respecto?
La Cátedra surgió porque le hicieron una entrevista a Antonio en Lima para El Último Bastión. De repente un día me escribieron una carta desde Lima que decía: «Eres la Vicepresidenta de la Cátedra Antonio Cillóniz» y yo con sorpresa pensé «¡Esto qué es!» (ríe). Habían creado una Cátedra y pensaron en mí por ser una de las personas que más conoce la obra de Antonio.
La Cátedra Intercontinental Antonio Cillóniz Se trata de un proyecto que surge en 2021, gracias a la colaboración de universidades, empresas, instituciones culturales y educativas de España, Perú, Italia y otros países, con el fin de realizar diversas actividades culturales como conferencias, congresos o coloquios. El objetivo de la inciativa es fomentar y difundir la lectura, el estudio de la literatura contemporánea y la obra del poeta Antonio Cillóniz de la Guerra. La Cátedra tendrá como sede central la ciudad de Arequipa en la Universidad Nacional de San Agustín.
Al hacer este proyecto desde España, nosotros queríamos que Antonio esté en el Perú, porque él es un poeta peruano y no tiene por qué estar en España. Luego de dos años relacionándome con mucha gente en Lima, Eliana Chávez Vizcarra me invitó a venir a Arequipa. Llegué, vimos la ciudad y hablando con Misael [Ramos], le comenté lo de la Cátedra y él me dijo que Arequipa era la mejor ciudad que yo podría encontrar para el proyecto. Además, queríamos descentralizar [la iniciativa] y no solo estar en Lima.

Me hizo recordar algo que criticaba Eduardo Gonzáles Viaña en el prólogo de su libro. [Al escritor] le hubiera gustado que se incluyeran más poetas regionales, porque la selección también fue producto del centralismo limeño…
Pero ten en cuenta que tengo bastantes, sobre todo los andinos y los de Arequipa. Está Raúl Bueno, que es un intelectual reconocido en el mundo. Sólo por lo que él representa no podía dejarlo fuera del libro.
Luego están Rosa Del Carpio y Oswaldo Chanove…
Rosa y Oswaldo, sí. Entonces, cómo vas a dejar a estos poetas que pueden ser perfectamente de la generación del ’60 ¿Los dejas de lado sólo porque uno nació en el año ’35 y otro en el ’53? Me parece una razón muy frívola. La verdad que no me importa, también hay que hacer innovaciones.
Viaña señala que podrían haberse incluido más poetas de Arequipa, Cusco, Jauja, Iquitos, Tacna y Trujillo, ciudades también importantes.
Si lo amplíe. Mira, la tesis sólo tenía 47 poetas, después la publiqué con 53, luego con 60 en Lima y ahora [en esta nueva edición] tengo 63 poetas. A medida que iba averiguando, agregué más. En el caso de Oswaldo, salió desde el principio, vi que sus maestros eran los mismos que los de la generación del ’60 y como dice Ortega y Gasset una generación tiene quince años. En Madrid me sentaba a escribir y nadie me decía nada porque yo tampoco lo contaba. No tenía comentarios como «este si y este otro, no». Luego, algunos me dijeron que tal poeta no debería estar allí y yo decía ¿por qué no? Si lo he estudiado y si corresponde.

Entonces el número de poetas en el libro se va a ampliar en próximas ediciones…
Siempre, ya sucedió este año, ahora son 63. Un día que estaba yo presentando el libro, me dijeron: «no son 60 poetas, sino 63» y yo les dije «claro, solo no me dio tiempo de cambiar el título».
Yo creo mucho en la gente que no es conocida. Pienso que esta generación fue bastante fructífera y me he quedado impresionada sobre todo por la juventud [en la que escribieron] algunos poetas. Escribían cosas tan profundas… Es decir, un chico de 16 o 18 años ¡¿que escriba así?!
Por ejemplo, Javier Heraud…
Si, Javier Heraud. Conocí a su hermana, Cecilia Heraud, y ella siempre me ha hablado mucho de él. Gracias a este trabajo he tenido muchos contactos y cuando vine a Perú le agradecí bastante, también a muchas otras personas que me ayudaron.
Para la escritora, el concepto de "generación" en el libro se sujeta a la definición de Oscar Araujo León: "La dinámica de una generación literaria se desarrolla entre escritores que comparten vivencias e ideales, motivados por los mismos hechos históricos y por lecturas e influencias estéticas similares; ello permite desarrollar no un estilo uniforme, sino productos estéticos coherentes con lo que podríamos llamar un espíritu de época". Como una espada en el aire (2000).
Ha conocido a varios poetas de esta generación aparte de Rosa del Carpio y Antonio Cillóniz…
Rosina Valcárcel, es muy amiga mía…
Y Fernando Tola de Habich…
También, Fernando es muy original. Lo conocí en Cataluña, estuve en su casa, luego él estuvo viviendo en México y se dedicó a la revolución mexicana. Muchas veces le digo: «es que eres un poeta de los míos» y el me dice: «no, es que ahora me interesa la revolución mexicana». Lo añadí en el libro porque Fernando también es otro gran personaje. Él, estuvo junto a Carlos Barral en la época de Vargas Llosa y el boom de la literatura latinoamericana. Tiene una gran cantidad de vivencias con todos ellos, porque él era editor en Seix Barral y solían decirle: «ese peruano que anda por aquí tiene un genio de los mil demonios».

Por otro lado, se critica mucho la ausencia de escritoras en el Boom Latinoamericano, igual [en las clasificaciones] de las generaciones literarias… como en la generación del ’60. ¿Piensa añadir más mujeres en las próximas ediciones de su libro?
He añadido todas las que he podido, además me he relacionado mucho con ellas. Me relacioné bastante con Rosina Valcárcel, con Gloria Mendoza, entre otras escritoras. Yo tampoco quería hacer un libro de «poetas mujeres y hombres». Lo que quería era un libro de poetas [a secas]. Las mujeres [en el libro] están allí, al mismo nivel que los hombres.
Leí en una entrevista que le realizó Willard Díaz que usted llegó a Arequipa con la intención de investigar más sobre los poetas arequipeños. ¿Tiene nuevos alcances o resultados de esa investigación?
Todavía no tengo nada, pero ya voy pensando. Me gustaría hacer algo sobre Arequipa. Abordar un poco de todo, en vez de investigar solo a una generación. Sobre la historia, literatura y filosofía de Arequipa, desde el principio hasta ahora.
De hecho, existe un vacío allí….
Verdad que hay un vacío. Pensé que no vendría tan pronto a la ciudad, pero los de la Cátedra Cillóniz me han adelantado el viaje.
¿Eso quiere decir que va a estar constantemente visitando Arequipa?
Yo creo que sí, ya pensaba venir en el mes de enero o febrero y quedarme un mes aquí. Visitar las bibliotecas, hacer una buena introducción sobre su historia. Yo en realidad no soy filóloga, soy Licenciada en Historia del Arte y estoy más especializada en arquitectura.
¿Piensa escribir sobre otras generaciones de poetas? ¿Quizá la sobre las generaciones del ’70, ’80 o ’90?
Si, del ’80 y ’90 tengo que hacerlo, por la situación que atravesaron también. Me interesa mucho esas décadas, mi intención es encontrar poetas, pero a lo mejor encuentro narradores. Esas dos décadas son muy importantes para vosotros en el Perú.

¿Ha leído a poetas contemporáneos? ¿Qué opina de la poesía contemporánea?
A veces encuentras algo que está bien (ríe).
A veces… (risas).
No he leído a muchos tampoco. Por ejemplo, ayer estuve con Helard Fuentes y me he dado cuenta que la gente es muy generosa, todos se van presentando. En el Festival del Libro, Gloria Mendoza me presentó a un montón de poetas jóvenes arequipeños.
Así [anteriormente] conocí a José Luis Ayala, él me hizo la contraportada del libro. Como Viaña me hizo el prólogo, dije: tengo que contrarrestar aquí con alguien del sur y no sé, si les molesta que se le llamen «andinos», pero a mí me parece que este término tiene connotaciones muy importantes porque se engloba la cultura andina. Para mí tiene un valor especial, el ser andino. En España, el Perú se ve como algo nuestro en cuanto a la cultura. Vosotros sois los más queridos por los españoles, a pesar de todo los problemas del virreinato. A mí me importa mucho Perú.
Aquí existe bastante resentimiento al respecto…
Eso cada vez más se está superando, importa más la actualidad. A mí no me importa lo que pasó hace 500 años, antes todos eran unos salvajes. No puedo compararme con uno de ellos porque ya ha pasado mucho tiempo, pero yo digo, en Madrid, por ejemplo, las calles más importantes tienen nombres que provienen del Perú: la Plaza de Cusco, la Plaza Perú, la Plaza de Lima, la de Potosí, Callao, que es la zona más céntrica de Madrid, etc. Son situaciones que se crean —a veces un poco artificiales— pero realmente el sentir de la gente es un sentir de cercanía entre el Perú y España.
¿Tiene algún proyecto literario en curso?
Tengo varios, todo sobre Perú. Me voy a dedicar a ser peruana (ríe). Mira, ahora estoy trabajando un libro sobre Antonio Cillóniz, acerca de toda su producción poética, me falta como un 20% para culminar. Luego, tengo un trabajo sobre la generación del ’80 y ’90, pero como estaré en Arequipa, primero estaré con la ciudad y pasaré una semana aquí, hablaré con vosotros e iré a la biblioteca. Es la mejor manera de visitar una ciudad.
Entrevista por Rivaldo Vásquez.