Viernes, Octubre 4, 2024
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Galardones y reflexiones: La fotografía de Conny Lazarte en el Concurso Nacional de Mujeres

A propósito de su reciente condecoración, la fotógrafa arequipeña nos comenta sobre su proceso de trabajo, participación en el concurso de Indecopi y sus adversidades.

A mediados del mes de agosto la fotógrafa arequipeña Conny Lazarte Hinojosa, ganó el primer lugar del Concurso Nacional de Fotografía para Mujeres “El poder de una mujer creativa” organizado por Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de Propiedad Intelectual (Indecopi).

El concurso se desarrolló en su primera edición y tuvo como objetivo fomentar la creatividad y producción de fotografías para convertirlas en una herramienta de empoderamiento femenino y así promover la participación de la mujer en este sector.

El camino de Conny Lazarte

El interés de Conny Lazarte (1997) por el arte surgió cuando tenía seis años de edad. Su primera aproximación al mundo creativo fue a través de las letras. Posteriormente la música, el cine, el teatro y otras formas de arte cautivaron su interés, convirtiendo sus hobbies de la infancia en su profesión.

Estudió Diseño Gráfico y Multimedia en el Instituto del Sur y Fotografía en el Instituto Thomas Jefferson. Actualmente estudia la carrera de Medios Audiovisuales en la Escuela Nacional de Arte Carlos Baca Flor.

Durante su infancia, Lazarte notó que en la televisión peruana existían elementos de segregación y racismo al presentarse de manera cómica a las personas de origen andino. Esto representó un factor crucial para el desarrollo artístico y personal de la fotógrafa.

En marzo de 2023, realizó su primera exposición individual bajo el título “Abrazando mi oscuridad” en el Centro Cultural de la UNSA. La temática de su obra gira en torno a la mujer, la tartamudez y su vida personal. Evoca a través de sus imágenes la transformación del dolor, la depresión y el balance de la fragilidad humana.

Apunta con orgullo y reflexión en su pieza “bio-biografía” que forma parte de las “70 millones de personas que tienen tartamudez en el mundo”. No obstante, es el arte, la fortaleza de sus palabras. Ahora, escribe, diseña, incursiona en el cine y dicta talleres. Empero, es, sobre todo, una apasionada fotógrafa. 

Tras haber participado en veinte exposiciones colectivas en el Perú, la artista emprendió la decisión de postular al Concurso Nacional de Fotografía para Mujeres de Indecopi, ganando con su fotografía titulada “Paraíso Prohibido”. Se trata de una imagen capturada afueras de la provincia de Arequipa en Pampa Cañahuas, que representa un sentimiento de pertenencia y alienación entre el campo y la ciudad.

“Paraíso Prohibido” de Conny Lazarte.

“Lo que buscaba comunicar con mi fotografía era mostrar la dualidad de una mujer de campo y una de ciudad, a través de la mirada de la mujer que busca enfrentar su pasado y su presente. Es una mujer que está regresando a sus raíces para encontrarse a ella misma, entonces a partir de [este trabajo] puedo saber también quién soy yo. El campo es algo a lo que siempre he estado conectada. Desde niña siempre iba a visitar las abejas porque mi padre es apicultor y él me contaba muchas historias de dónde venimos, de Cotahuasi”, apunta la artista.

El día de la premiación

Al enterarse de que fue una de las seleccionadas para la premiación, la familia Lazarte Hinojosa no dudó en apoyar a la laureada. Inmediatamente, hicieron maletas y se embarcaron a Lima con una semana de anticipación para ir a la premiación y aprovechar en visitar las galerías de arte de esta región.

Durante el día de la ceremonia en Indecopi, las personas “fueron muy pacientes con mi tartamudeo, eso me gustó bastante”. Los criterios de evaluación para elegir a las ganadoras fue la originalidad, calidad, atractivo y contenido visual, expresión personal e información contextual. “Paraíso Prohibido”, estuvo a la altura de las previsiones.

“Al momento que me dijeron que había ganado no me lo había creído. Cuando recién llegué a Arequipa, recién lo creí. Recuerdo mucho que siempre se me ha dificultado recibir halagos o escuchar algo bueno de mi trabajo (…) siempre he tenido que trabajar en mí misma y mi tartamudez. Siento que las cosas que me cuesta decir, las puedo decir con la fotografía”.

El segundo lugar lo ocupó Brigitte Colque Zegarra y el tercero, Diana Yarlaqué Balta. Las galardonadas recibieron un trofeo y un diploma de reconocimiento por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Asimismo, se les brindó la oportunidad de poder acceder a becas, cursos, talleres y pasantías vinculadas a la fotografía.

Tras la ceremonia, se realizó una exposición fotográfica con más de 80 imágenes enviadas por las participantes y Conny Lazarte pudo apreciar el trabajo de las otras dos laureadas. “A mí me gustó mucho [el trabajo de Brigitte] porque es muy orgánico, natural, su mirada es muy sincera”. Por otro lado, Diana “trabaja con Shipibas y sus trabajos son más de carácter documental, ella se inserta en una sociedad y nos da conocer esta realidad ajena”.

Fuente: Indecopi.

Luego de la premiación, la artista recibió diversos comentarios de felicitación tanto de manera personal como en las redes sociales. Asimismo, el galardón obtuvo una cobertura mediática a nivel nacional. Sin embargo, pocos medios de comunicación se contactaron directamente con las laureadas.

Tartamudez y perseverancia

“Cuando estaba dando el discurso de la premiación, yo estaba tartamudeando y tenía algunas trabas y, por este temor de hacer tics o quedarme atorada en una palabra, limité mi discurso. En realidad, mi discurso iba a ser mucho más amplio y lo cambié. Se que siempre voy a tartamudear solo que a veces suele ser difícil. La tartamudez es parte de mí, me hizo ser quien yo. Aún estoy en ese proceso por aceptar todas esas partes mías”.

Luego de publicarse el video del discurso, Conny recuerda que en sus redes sociales una persona comentó: “Felicidades por tu premio, pero te estas trabando como una metralleta”. Para la artista, este comentario fue pasivo-agresivo, “me hizo sentir muy mal e insegura. Apenas lo leí me puse a llorar. No sólo me lo dicen a mi versión de 25 años —estoy trabajando en mi seguridad— también se lo dicen a mi versión de 6 o 12 años. Aún me falta sanar esas versiones mías”, señala Lazarte.

“Lo que me dolió más es saber que era fotógrafo. Yo siempre he pensado que cuando uno está en el arte es mucho más sensible, tal vez más empático, pero entendí que no siempre va hacer así. Entonces, eliminé el mensaje por mi salud mental y también por miedo a burlas, pero la verdad después me arrepentí porque era mejor que se visibilice y se conozca este tipo de comentarios. Sé que no siempre todo va a ser de color rosa. Cuando alguien se burla de mí siempre es cara a cara, a veces me suelo defender otras veces no. Pero particularmente, es extraño para mí verlo en mis redes sociales. Porque sé que lo volveré a leer y de alguna manera me torturará en mis momentos de inseguridad.

Palabras de agradecimiento de la artista. Fuente: Indecopi.

“Algunas personas me piden que no tartamudee o piensan que lo puedo controlar, pero la tartamudez es involuntaria. Cuando me ven con toda la fluidez y sin tartamudeo en ninguna palabra, me felicitan o me dicen: ‘Ves, ahora lo hiciste bien. No tartamudeaste o ya no estas nerviosa’. También he recibo comentarios donde me piden que no explote mi tartamudez o que no muestre mi lado vulnerable, que cambie de temática. Pero, me doy cuenta que estas personas buscan que encaje en su modelo de cómo debería ser una persona o en su forma de pensar. Pero, si lo hago, significaría que ya no soy fiel a mí misma y tendría que cambiar quién soy para agradar o no incomodar a alguien. Esto lo hago para descubrir quién soy en medio de todo el caos del mundo. Allí encuentro las respuestas que tanto he buscado”.

Fotografía de Conny Lazarte.

La artista también es una activista en favor de las personas con tartamudez. Durante su infancia y adolescencia, este trastorno del habla le generó dificultades, sin embargo, es algo con lo que aprendió a vivir. Lamenta que las personas vean esta condición con estigma y prejuicio, pero al mismo tiempo celebra que existan organizaciones como la Asociación Peruana de Tartamudez (APT).

Cuenta Conny, que conoció varias personas con tartamudez que no estudiaron lo que querían por miedo a hablar entrecortadamente y que optaron por cursar estas profesiones debido al temor de expresarse con dificultades. Estas personas temen que su tartamudez se convierta en el centro de atención y que se les juzgue principalmente por esto en lugar de sus habilidades y capacidades. “Es importante resaltar sus historias porque ayuda a la comunidad, para que los jóvenes y niños sepan que hay un espacio donde pueden ser apoyados”, comenta.

“Hace una semana estaba como feriante en la Expo Arte Cultural y me acuerdo que estaba tartamudeando, pero no me sentía mal con mi tartamudeo. Me sentía bien, segura de mí. Había un niño que pasaba por mi puesto, a veces cuando pasan niños, me ven tartamudear y se asustan de mi o sus padres los alejan, como si fuera una enfermedad, pero el niño me escuchaba, y su papá y mamá también. Fueron pacientes conmigo y no escondí mi tartamudez, cambiando palabras o colocando una vocal antes de cada palabra. Eso ayuda a veces, es una técnica que suelo usar. Entonces, sentí que podía tartamudear con libertad. La tartamudez no es algo que se supere, es algo que te acompaña. Se lleva terapia del habla o se aprenden técnicas de cómo reducirla. Para mí, lo más importante es trabajar en este sentimiento, sobre cómo se siente una al tartamudear”.

Dos piezas de Conny Lazarte.

Invisibilización de la mujer en la fotografía

La artista ha expresado que en algunas ocasiones ha experimentado discriminación y prejuicios en instituciones culturales, profesionales y otros ámbitos debido a su origen y su forma de hablar, así como por el hecho de ser mujer.

El panorama de la fotografía artística y profesional en Arequipa es competitivo y Lazarte, afirma que en ocasiones la mujer es invisibilizada. Asimismo, relativamente excluida en esta profesión. “A mí siempre me dijeron que los fotógrafos son creídos y envidiosos”, existe un recelo y “da la coincidencia de que [estas acciones] siempre son de hombres”.

De igual modo, la presencia femenina en este ámbito es mínima. Cada vez que la artista participa en un taller de fotografía, de quince personas aproximadas, solo tres son mujeres. En ocasiones, ella es la única presente. No obstante, el panorama está cambiando.

“Lagrimas de dolor” de Conny Lazarte.

“El año pasado estuve en DocuPerú ‘Mochila XX’, donde realizaron talleres y aquí por primera vez estuve en un espacio donde solo participaban mujeres. Por primera vez en mi vida [nos tratamos] como ‘nosotras’ y ‘nosotrxs’. [En otras situaciones] siempre usan el término ‘nosotros’ o ‘chicos’ y a veces eso no es cómodo. Entonces me gustó que en este espacio sea diferente, donde solo usar esos términos ya nos visibiliza”.

Por estos motivos, Lazarte considera que es importante que se promuevan e incentiven actividades como el concurso de Indecopi y que existan organizaciones como el colectivo femenino QUIPA STUDIO, del cual forma parte. De este modo, se impulsa y genera un espacio para las voces femeninas artísticas en el Perú.

Mujeres arequipeñas que también merecen ser reconocidas

A juicio de Conny Lazarte, existen muchas fotógrafas arequipeñas que merecen ser galardonadas o reconocidas por su trabajo, una de ellas es Olivia Amado Márquez, quien realizó un proyecto fotográfico en 2019 sobre el cáncer donde ella documentó en imágenes a su mejor amigo, quien falleció por esta enfermedad. Entre otra de las temáticas de su fotografía se sitúa la gallística.

Afiche de la iniciativa de Olivia Amado Márquez.

Por otro lado, se encuentra la artista e ilustradora sorda, Nicolle Pacheco, a quien Lazarte conoció durante sus años de formación. Para Conny su obra es diferente a otras personas en cómo la realiza y en cómo se presenta. Muestra a través de sus pinturas su visión particular, por ello es importante reconocer su trabajo. Esta artista utiliza las manos como un lenguaje en su arte, en alusión a la lengua de señas.

“Mitología Sorda” de Nicolle Pacheco.
“La joven de la perla” y “La pintura hiperrealista” de Nicolle Pacheco.

Próximos proyectos

Conny Lazarte participará en la exposición colectiva “Salón de Grabado Latinoamericano” en la 3ª Bienal de Grabado de Arequipa que se inaugurará el 6 de septiembre en el Centro Cultural de la UNSA y permanecerá en temporada durante todo el mes. También formará parte del Tercer Encuentro de Arte y Discapacidad 2023, organizado por “Capaz Perú”. De igual modo, en una exposición bigrupal que anunciará próximamente en sus redes sociales.

Finalmente, la artista puntualizó que durante el mes de octubre se realizará un encuentro de la Asociación Peruana de Tartamudez (ATP) en Arequipa. Evento que se llevará a cabo de manera presencial. “Saber que en Arequipa hay una asociación que te apoya y que hay un espacio donde puedes sentirte libre, está bien. Aquí practicamos discursos, hablamos sobre qué se siente ser una persona con tartamudez, se brinda apoyo para padres, adolescentes y más”.

Por Rivaldo Vásquez.

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