Roger Corman, ícono del cine de terror y conocido como el “rey de la serie B”, falleció a los 98 años en su casa de Santa Mónica, California. La noticia fue confirmada por su familia en un comunicado, destacando su generosidad y amabilidad. Corman dejó un legado invaluable en el cine, especialmente en el ámbito de las películas de bajo presupuesto.
Legado cinematográfico y contribuciones al cine
Roger Corman nació el 5 de abril de 1926 en Detroit. Se graduó en ingeniería en la Universidad de Stanford y luego de un breve paso por la Armada, encontró su verdadera vocación en Hollywood. Inició su carrera como mensajero para 20th Century-Fox y rápidamente ascendió a analista de historias. Eventualmente, se convirtió en un prolífico productor y director de cine.
Corman produjo más de 300 películas y dirigió cerca de 50. Sus obras más emblemáticas incluyen “La tiendita del horror”, “Attack of the Crab Monsters”, “Black Scorpion” y “Bucket of Blood”. Además, fue mentor de futuras leyendas del cine como Francis Ford Coppola, Ron Howard, James Cameron y Martin Scorsese, quienes comenzaron sus carreras bajo su tutela.
Impacto y estilo único
El estilo de Corman se caracterizaba por su habilidad para crear películas con presupuestos mínimos, lo que le permitió experimentar y adoptar un enfoque creativo para superar las limitaciones financieras. Esta habilidad para innovar con recursos limitados se refleja en su vasta filmografía, que incluye tanto clásicos de terror como adaptaciones de obras de Edgar Allan Poe, como “La caída de la Casa Usher”.
Su enfoque único y su capacidad para descubrir talentos hicieron de Corman una figura respetada en Hollywood. Además de su trabajo en Estados Unidos, produjo películas en diversos países, incluyendo México y Argentina, donde dejó una huella duradera.
Reconocimiento y legado
En 2009, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood otorgó a Corman un Oscar honorífico, reconociendo su extensa y variada contribución al cine. Su influencia se extiende más allá de sus propias películas, ya que muchos de los cineastas que descubrió y formó continuaron haciendo contribuciones significativas al cine.
A pesar de trabajar principalmente en el cine de bajo presupuesto, Corman logró que sus películas tuvieran un impacto cultural duradero. Su capacidad para innovar y su ojo para el talento lo convirtieron en una figura única e irreemplazable en la historia del cine.
Corman se casó en 1964 con Julie Halloran, con quien tuvo cuatro hijos. Julie también se convirtió en productora y colaboradora en varios proyectos de Corman. A lo largo de su vida, mantuvo buenas relaciones con muchos de los directores y actores que ayudó a lanzar al estrellato, y estos vínculos personales y profesionales se reflejaron en la lealtad y el respeto que le mostraron hasta sus últimos días.
Roger Corman será recordado no solo como un pionero del cine de terror y un maestro del cine de bajo presupuesto, sino también como un mentor y visionario que dejó una marca indeleble en la industria del cine. Su legado continuará inspirando a futuras generaciones de cineastas y amantes del cine.