La charla fue dictada por la especialista y docente Mappy Arce Figueroa. La actividad, organizada por la Defensoría Universitaria, convocó el pasado 4 de julio a decenas de estudiantes y profesionales en el auditorio José Linares Bezold de la Escuela de Comunicación, en una jornada que apostó por repensar la forma en que los medios informan, representan y construyen discursos en torno a la violencia, la equidad y los derechos humanos.
Una charla para transformar la mirada del periodismo desde las aulas universitarias
El viernes 4 de julio de 2025, el auditorio José Linares Bezold de la Escuela Profesional de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA) fue escenario de una jornada académica centrada en el compromiso ético del periodismo. Con la presencia de estudiantes, docentes y comunicadores, se realizó la conferencia “Tratamiento Informativo en Perspectiva de Género”, dictada por la Dra. Mappy Arce Figueroa, destacada docente universitaria y especialista en comunicación y estudios de género.
El evento fue organizado por la Defensoría Universitaria de la UNSA, con la participación activa de su titular, el Dr. José Luis Ramos Salinas, quien remarcó la importancia de fortalecer los espacios académicos desde una mirada que cuestione las estructuras de desigualdad. La actividad tuvo una duración de casi dos horas, en las que se desarrolló una ponencia profundamente crítica y pedagógica sobre cómo los medios de comunicación reproducen —o pueden contribuir a desmontar— patrones culturales machistas y discriminatorios.
Periodismo y género: una relación que debe repensarse
Desde el inicio de su intervención, la Dra. Arce dejó en claro que incorporar la perspectiva de género en la cobertura informativa no se trata de una moda ni de un discurso excluyente, sino de una obligación ética y profesional para cualquier comunicador comprometido con los derechos humanos. En un país donde las cifras de violencia hacia las mujeres y personas LGTBIQ+ siguen en aumento, el rol del periodismo es decisivo: puede ser cómplice de la desinformación o herramienta para el cambio social.
La docente explicó que la perspectiva de género permite analizar las desigualdades estructurales que existen entre hombres y mujeres, las cuales se manifiestan en diversos ámbitos sociales, incluyendo el mediático. Estas desigualdades no solo están presentes en los contenidos de las noticias, sino también en la selección de temas, las fuentes consultadas, la redacción de titulares y el lenguaje utilizado.
Análisis crítico de noticias reales: lo que se dice y lo que se omite
Uno de los momentos más reveladores de la charla fue cuando Arce compartió ejemplos concretos de noticias publicadas en medios nacionales y locales, mostrando cómo se puede distorsionar o banalizar la violencia de género mediante expresiones como “crimen pasional”, “motivos sentimentales” o incluso “ella se lo buscó”. Estas frases, lamentablemente aún comunes en la prensa, no solo reducen la gravedad del delito, sino que además culpabilizan a las víctimas y normalizan la agresión.
Frente a ello, la especialista propuso una serie de criterios para un tratamiento informativo responsable, que incluya la protección de la intimidad de las víctimas, la contextualización de los hechos y la consulta a fuentes especializadas, como psicólogos, sociólogos o representantes de organizaciones que trabajan en la prevención de la violencia.
Lenguaje inclusivo y visibilidad de las voces marginadas
La Dra. Arce insistió también en la necesidad de adoptar un lenguaje no sexista, capaz de nombrar y visibilizar a mujeres y diversidades en igualdad de condiciones. Este enfoque no busca imponer una forma de hablar, sino cuestionar estructuras lingüísticas que han sido históricamente utilizadas para invisibilizar o jerarquizar.
“El lenguaje no es neutro”, señaló con firmeza. “Lo que no se nombra no existe, y cuando se nombra mal, también se contribuye a perpetuar la desigualdad”. Recomendó que los periodistas alternen la mención de hombres y mujeres en sus contenidos, evalúen la paridad en sus fuentes y se mantengan en constante revisión de sus prácticas discursivas.
Una iniciativa que comenzó en el Colegio de Periodistas y llega ahora a las universidades
Cabe resaltar que esta charla ya había sido desarrollada meses atrás en el Colegio de Periodistas del Perú – Consejo Regional Arequipa, como parte de un ciclo de actividades por el Día Internacional de la Mujer. En esa ocasión, comunicadores en ejercicio participaron en una jornada similar que dejó importantes reflexiones sobre el rol de los medios frente a la violencia de género.
Traer ahora esta experiencia al ámbito universitario representa un paso significativo hacia la transformación del periodismo desde la formación profesional, permitiendo que los futuros comunicadores adopten herramientas que los ayuden a ejercer con responsabilidad, sensibilidad y conciencia social. Desde la UNSA, esta actividad fue valorada como una oportunidad para sembrar una mirada crítica y ética desde las aulas.
Un llamado a replicar y sostener estos espacios de formación
El público asistente, compuesto en su mayoría por estudiantes de Comunicación Social, mostró un interés activo durante y después de la ponencia. Las preguntas giraron en torno a los límites del lenguaje, la responsabilidad en la cobertura de casos de violencia y las formas en que los medios pueden ser aliados en la defensa de los derechos humanos.
La Dra. Arce destacó que la formación en comunicación con enfoque de género no debe ser entendida como un taller puntual, sino como una línea transversal que debe estar presente en todos los cursos y espacios académicos. Además, hizo un llamado a las universidades, medios de comunicación e instituciones del Estado a replicar y sostener estas iniciativas a lo largo del tiempo.
Una apuesta por una comunicación ética, transformadora y con enfoque de derechos
En una realidad donde, según datos del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, más de 90 feminicidios han sido registrados solo en los primeros seis meses del 2025, y donde muchas coberturas mediáticas siguen alimentando la cultura del sensacionalismo o la omisión, resulta urgente impulsar una transformación del ejercicio periodístico.
Eventos como este permiten visibilizar buenas prácticas y promueven una mirada crítica frente a los discursos dominantes. La Escuela Profesional de Ciencias de la Comunicación y la Defensoría Universitaria de la UNSA reafirmaron su compromiso con una formación orientada a la transformación social, convencidos de que el periodismo puede —y debe— ser una herramienta para la igualdad.
Redactado por Maria Mendoza.