“Ladrón de Perros” es un filme que demuestra el duro viaje que conlleva producir cine en gran parte de Latinoamérica. Y no me refiero a la historia que narra, sino a la cantidad de apoyo que necesitó para ser finalmente estrenada el mes pasado en el Festival de Tribeca en Nueva York. Dirigida por el chileno Vinko Tomicic y producida por Álvaro Manzano, de Bolivia, su equipo de coproducción unió a países como Bolivia, Chile, México, Francia, Italia y Ecuador.
La película pasó por un conjunto de incentivos y reconocimientos que lograron su realización pues el apoyo que recibieron del gobierno de Bolivia, país donde se filmó, fue nulo. En la Bienal de Venecia del año 2018, la cinta calificó para un taller de desarrollo con los miembros de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMPAS) Gabriela Maire y Edher Campos. A esto se sumaría el reconocimiento como Mejor Proyecto Cinéfondation el 2019 en el 72avo Festival de Cannes.
El año pasado, “Ladrón de Perros” lograría obtener incentivos en posproducción al ganar siete premios en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara. Los premios consistían en servicios, como: mezcla de proyecto en sala Dolby, posproducción y edición de sonido, edición de color y diseño de secuencia de créditos, entre otros beneficios.
Un continente sin incentivos para su cine
Álvaro Manzano, productor de la película, señaló “para nosotros fue muy importante, demasiado importante, ganar los premios de desarrollo porque en Bolivia se han eliminado los pocos fondos que había de fomento al cine” refiriéndose a los extintos fondos del PIU (Programa de Intervenciones urbanas) y el Fondo de Fomento de Adecine, ambos incentivos del país altiplánico que dejaron de tener vigencia desde el 2019.
“Lamentablemente en este momento no hay forma de financiar proyectos desde Bolivia a través de fondos públicos. Por eso se hace sumamente importante el haber obtenido estos incentivos en Guadalajara. Sin ellos sería muy difícil poder terminar la película”, sostuvo.
El filme que tiene el siguiente reparto: Franklin Aro (Martín), Alfredo Castro (Sr. Novoa), María Luque (Gladys), Julio Altamirano (Sombras), Ninón Dávalos (Sra. Ambrosia) y Teresa Ruiz (Andrea) tendrá su estreno nacional a través de la Cinemateca Boliviana el 29 de agosto. La empresa francesa Luxbox se hizo cargo de su distribución a nivel internacional.
“Creemos firmemente que nuestro estreno en Tribeca no solo beneficia a nuestra película, sino que también contribuye a destacar la calidad y relevancia del cine nacional. Hace ya algunos años, a través de logros muy importantes, el cine boliviano viene demostrando su excelencia técnica y artística, así como su capacidad para abordar temáticas profundas y universales. El reconocimiento de nuestra cinematografía en escenarios internacionales subraya el crecimiento sostenido que ha tenido el cine boliviano pese a la ausencia de políticas de apoyo en nuestro país”, agregó Álvaro Manzano.
Por: Freddy Aguilar Sánchez