El Colegio de Arqueólogos del Perú (CAP) solicitó públicamente la renuncia del ministro de Cultura, Fabricio Valencia Gibaja, luego de la publicación de la Resolución Viceministerial N.º 000128-2025-VMPCIC/MC, que modificó el perímetro de protección de las Líneas y Geoglifos de Nasca, reduciendo su área de 5,600 km² a poco más de 3,200 km².
Según el gremio, la decisión no cuenta con sustento técnico transparente ni ha sido debidamente consultada con la comunidad científica ni con organismos internacionales como la Unesco.
Cuestionamientos desde el gremio profesional
En declaraciones recogidas por medios nacionales, el decano del Colegio de Arqueólogos del Perú, Pieter Van Dalen, sostuvo:
“Ya hemos dicho en diferentes pronunciamientos que es necesario el cambio del ministro y los viceministros. No hay una política cultural adecuada. Las actividades que vienen realizando no tienen un norte definido en pos de la protección de nuestro patrimonio cultural”.
La medida ha generado preocupación por los posibles efectos en la integridad del sitio arqueológico declarado Patrimonio Mundial en 1994. Los arqueólogos advierten que el nuevo perímetro deja fuera zonas aún no exploradas, vulnerables a actividades extractivas.
Falta de consulta y riesgo institucional
Diversas voces del ámbito académico y cultural también han manifestado su rechazo. Denuncian que no se ha presentado ningún informe técnico de libre acceso que justifique el recorte, lo que ha generado suspicacias sobre una posible injerencia política o económica en la decisión.
Hasta el cierre de esta edición, el ministro Valencia no ha emitido una respuesta directa al pedido de renuncia ni a los cuestionamientos sobre la resolución.
Artículo de Camila Luciana Carpio Pacheco