El fondo de inversión estadounidense Kohlberg Kravis Roberts (KKR) compró Superstruct Entertainment en 2024 por 1.300 millones de euros. La empresa gestiona festivales en España y otros países europeos. Una investigación de El Salto reveló que KKR tiene inversiones en Israel. Estas incluyen participación en un portal inmobiliario vinculado a asentamientos en territorio palestino. La relación entre el fondo y el conflicto ha generado un intenso debate sobre la ética en la financiación de eventos culturales.
Superstruct Entertainment organiza festivales como Sónar, Viña Rock, Resurrection Fest, Monegros Desert Festival, Arenal Sound y el FIB. Miles de asistentes desconocían el posible destino de los fondos.
La revelación generó preocupación entre artistas y público. Superstruct Entertainment declaró que sus ingresos permanecen dentro de su negocio y se destinan exclusivamente a la producción de eventos. Sin embargo, la controversia ha llevado a la cancelación de la participación de al menos 28 artistas en el Festival Sónar.

Músicos expresaron su rechazo a cualquier relación con el conflicto. Superstruct Entertainment emitió un comunicado pidiendo el «fin inmediato» de la guerra y defendiendo su independencia operativa. La empresa aseguró que todos los ingresos generados por sus festivales se reinvierten en la producción de eventos y no se destinan a otras actividades.
El gobierno español aún no ha emitido una postura oficial. La situación ha generado llamados a una mayor transparencia en la financiación de eventos culturales. Organizaciones de derechos humanos han solicitado una investigación sobre el impacto de estos fondos en el conflicto palestino
Nota de Jessimiel Rosas