En la literatura peruana, el padre no siempre es un personaje explícito, pero su peso simbólico es constante. En muchos casos, los autores han sido considerados «padres» de ciertas corrientes estéticas, como se hace con Vallejo o Eguren respecto a la poesía peruana. Sebastián Salazar Bondy, César Toro Montalvo y Ángel Avendaño incluso retroceden más en la historia y señalan al Inca Manco Qhapac como el verdadero patriarca de la poesía andina, gracias a los cantos recopilados por Juan Santa Cruz Pachacuti en su “Relación de antigüedades deste Reyno del Perú”, de 1613.
Esta breve antología busca iluminar cómo distintos escritores peruanos han invocado a sus padres —reales o simbólicos— desde la palabra escrita.
Vallejo y la emoción telúrica
El poema “Los pasos lejanos”, contenido en el libro Los Heraldos Negros (1918), nos ofrece una de las visiones más entrañables y conmovedoras del padre. César Vallejo (La Libertad, 1892 – París, 1938), cuya obra siempre estuvo marcada por la evocación familiar, crea con su poesía un espacio de intimidad y saudade, donde el padre se presenta como una figura poderosa, melancólica y terrenal.

Alberto Hidalgo: la figura del padre desde la vanguardia
El arequipeño Alberto Hidalgo (1897 – 1967), poeta vanguardista y provocador, reunió sus textos más representativos en Antología personal, publicada en el año de su muerte. Entre ellos destaca el poema “Papá”, un homenaje directo a su progenitor. En esta antología también aparecen “Retrato”, “Hombre definitivo”, “Árbol genealógico”, piezas que retratan al padre no solo como figura familiar, sino como símbolo de herencia, carácter y pertenencia.

Pablo Guevara: la dignidad del oficio paterno
En “Mi padre un zapatero”, Pablo Guevara (Lima, 1930 – 2006) deja un testimonio de respeto y amor hacia su padre, artesano de manos sabias. El poema está incluido en Retorno a la Creatura (1957), libro publicado en Madrid. Su voz poética —sobria, contenida— enaltece el trabajo humilde como forma de trascendencia. Lejos del dramatismo, Guevara recurre al afecto sencillo, sin ornamentos.

Rodolfo Hinostroza: encontrar al padre entre los huesos
“Los huesos de mi padre”, incluido en su Poesía Completa (Tribal Poesía, 2013), es una obra potente de Rodolfo Hinostroza (Lima, 1941 – 2016). El texto es un ejercicio de búsqueda física y espiritual del padre, Octavio Hinostroza, poeta aristócrata, recordado también en “Casa Grande”. La admiración que Hinostroza hijo profesa es evidente: el lazo que los une no solo es sanguíneo, sino también literario.

José Watanabe: la herencia desde el viaje
El poema “Las manos” de José Watanabe —reconocido con el Premio Poeta Joven del Perú— forma parte de su libro Álbum de familia. Narra el viaje de su padre desde Japón al Perú con una voz sencilla pero profunda. Su estilo sobrio, cercano al haiku, revela una ternura contenida que abraza tanto al lector como al recuerdo familiar.

Domingo de Ramos: la ausencia como sentencia
Domingo de Ramos aborda la figura del padre y del hijo en sus poemas “Del padre” y “Del hijo”, incluidos en Pastor de Perros (1993) y luego en In-sufrido fuego. Poesía reunida (1988-2011), publicado por el Fondo Editorial del Congreso en 2014. El tono es más confrontacional. La palabra corta y directa, carga con el peso del abandono y también de la continuidad inevitable del linaje.

Padres en la poesía arequipeña
Además de Hidalgo, otros escritores arequipeños han invocado al padre desde diversos ángulos. El poeta Mario Florián (nacido en Arequipa en 1917), aunque más conocido por su poesía indigenista, escribió textos donde la figura paterna se funde con la tierra y los valores ancestrales. En varios de sus poemas, el padre campesino es símbolo de sabiduría y fortaleza.

Por otro lado, Ciro Alegría Bazán, aunque más vinculado a La Libertad, residió largos años en Arequipa y dejó huella en su narrativa. En sus obras, la figura del padre aparece ligada al territorio, la lucha social y la transmisión oral de la historia.

Finalmente, Luis Guillermo Lumbreras, historiador y poeta radicado en Arequipa, también ha señalado en sus textos la figura del padre como vínculo de transmisión cultural, sobre todo en clave andina, donde la paternidad no es solo biológica, sino comunitaria y simbólica.

Herencias de sangre y de palabra
La figura del padre atraviesa la literatura como una cicatriz, como una raíz. En la obra de cada uno de estos escritores, encontramos no solo homenajes, sino también preguntas sin respuesta, heridas abiertas, y ternuras susurradas. En el Día del Padre, leer estos poemas es volver a ese origen, complejo y vital, del que surgen muchas de las páginas más intensas de nuestras letras. Porque en cada poeta habita aún el eco de una voz paterna, tan lejana como indeleble.
Redacción por Germain Soto