Lo que parecía ser un proceso técnico, claro y transparente, ha terminado revelando el poder de influencia del ámbito cultural. De manera inesperada, el Ministerio de Cultura (MINCUL) anunció que ampliará de 140 a 210 los expositores en la expo-venta Ruraq Maki. Es decir, se han sumado 70 cupos adicionales, muchos de ellos para postulantes que inicialmente no fueron seleccionados. Esta decisión ha generado cuestionamientos, ya que pone en duda los principios de pluralidad que supuestamente guían la convocatoria.
Durante la primera etapa, llevada a cabo entre el 28 de abril y el 5 de junio. Durante esos días se evaluaron las postulaciones con criterios públicos y técnicos. De ese proceso resultaron seleccionados 140 artesanos, considerando también el espacio físico disponible. Sin embargo, el Ministerio tomó luego una decisión unilateral y sin mayores explicaciones: ampliar el número de participantes, sin dejar claro cuáles fueron los nuevos criterios ni cómo se garantizará la transparencia.
En un comunicado oficial, el MINCUL señaló su “compromiso con la inclusión”. Pero al no precisar a quiénes beneficiará esta medida, ni con base en qué méritos, han surgido dudas y críticas. ¿Se está dando espacio a comunidades tradicionalmente marginadas, o se está beneficiando a los mismos grupos de siempre con vínculos privilegiados?

Ruraq Maki —que en quechua significa “hecho a mano”— es una expoventa de arte popular tradicional que se realiza dos veces al año, reuniendo a decenas de colectivos de artistas de distintas regiones del Perú. Pero la pregunta se mantiene: ¿realmente se promueve la diversidad o se elige a los mismos artesanos cada edición?
Soledad Mujica Bayly, exdirectora de Patrimonio Inmaterial y fundadora de Ruraq Maki, retirada del Ministerio en junio de 2022 por no contar con título universitario, publicó recientemente en sus redes sociales:
“Celebro que el Ministerio de Cultura haya ampliado los cupos para participar en Ruraq Maki de 140 a 210 participantes, qué importante es la opinión pública.
Si van a seleccionar a 70 artistas o colectivos más con las mismas bases y criterios y con el mismo equipo… no tenemos ninguna garantía de que los importantes maestros y maestras… excluidos en el primer proceso sean incluidos. Si quieren ser transparentes, que digan quiénes son los que tomarán las decisiones ahora. Tendremos que estar vigilantes”.
Sus palabras llaman la atención: destaca el poder de la “opinión pública”, pero también cuestiona la falta de claridad del proceso. ¿Tuvo ella alguna influencia en la decisión del MINCUL? ¿A qué maestros excluidos se refiere además de Tater Vera?
La próxima edición de Ruraq Maki, programada para el 25 de junio, podría dejar en evidencia que la argolla cultural sigue vigente, concentrando el poder en unos pocos y dejando de lado la auténtica diversidad que esta vitrina estatal debería representar.
Este episodio recuerda lo que sucede en el mundo editorial: los mismos escritores que viajan siempre a ferias internacionales con todos los gastos cubiertos. También han llegado denuncias de artesanos que en años anteriores sufrieron maltratos y discriminación por parte de personas con favoritismo dentro del proyecto.Ruraq Maki debe renovarse cada año. No pertenece a ningún grupo en particular, sino que es una iniciativa del Estado con el deber de mostrar la riqueza artesanal de todo el país. Es momento de acabar con los feudos culturales, impulsados desde Lima, y abrir el espacio a nuevas voces principalmente de regiones.
Redacción por Germain Soto