La ciudad de Cusco vivió un episodio que dejó al descubierto las tensiones racistas aún presentes en la sociedad. Fiorella Elisa Ras Viani, una mujer de origen piurano, escupió, insultó y agredió verbalmente a un trabajador de seguridad en la calle Tecsecocha, en pleno centro histórico, mientras se encontraba en estado de ebriedad. La escena fue registrada en video por testigos y rápidamente se viralizó.
La agresión no fue un hecho aislado. En redes sociales se difundieron otros registros que muestran a Ras Viani protagonizando más episodios de violencia en una discoteca de Lima, donde lanzó hielo a una mujer y discutió con personal de seguridad.
Ante la evidencia, la Fiscalía Penal Supraprovincial Especializada en Derechos Humanos e Interculturalidad de Cusco abrió una investigación preliminar contra Ras Viani por el presunto delito de discriminación o incitación a la discriminación. El fiscal Eduardo Alatrista Aguilar tomó el caso de oficio, tras la denuncia presentada por la Procuraduría del Ministerio de Cultura (MINCU).
El MINCU condenó el ataque de manera enérgica y recordó que actos como este no solo agreden a la víctima directa, sino también a millones de personas históricamente discriminadas por su origen étnico-racial.
Además, el hecho vulnera normativas locales como la Ordenanza Regional 142-2018-GORE, que promueve el enfoque intercultural en Cusco. El Ministerio también reiteró su respaldo al Proyecto de Ley N.º 6311-2023-PE, que propone endurecer las sanciones por delitos discriminatorios.
A pesar del repudio generalizado, activistas y especialistas advierten que el racismo sigue siendo parte estructural de la vida cotidiana en Perú. Según el pronunciamiento de “Hablemos de Racismo” Comunidad de investigación y capacitaciones para la erradicación del racismo, menciona que:
“Este hecho revela, una vez más, la persistencia del racismo estructural en nuestro país. Saludamos las acciones anunciadas por el Ministerio de Cultura, que incluyen medidas legales contra la agresora, coordinaciones con el Ministerio Público y un compromiso firme por una sociedad libre de discriminación. Reafirmamos la urgencia de implementar políticas públicas que garanticen justicia, reparación y una educación antirracista desde las bases”
El incidente con Fiorella Ras Viani no solo deja al descubierto la violencia individual, sino también la indiferencia sistemática que durante años ha normalizado este tipo de actitudes.