Cusco enfrenta una alarmante falta de infraestructura médica en sus atractivos turísticos. El pasado 18 de abril, Jorge E. Calle N., turista colombiano de 63 años, falleció mientras ascendía a la laguna Humantay, a más de 3,800 metros sobre el nivel del mar. Según el centro de salud de Mollepata, la causa fue un paro cardiorrespiratorio
Este no es un caso aislado. En julio de 2024, Carlos Jorge Rubinstein, turista argentino de 59 años, murió tras desvanecerse en el parque arqueológico de Ollantaytambo. Testigos denunciaron la demora en la atención médica y la falta de equipos esenciales como balones de oxígeno .
Asimismo, en agosto de 2024, Blas Luna González, turista mexicano de 72 años, sufrió un infarto mientras visitaba Machu Picchu. La ausencia de una posta médica en el sitio impidió una atención oportuna.

Estas tragedias han generado preocupación entre las autoridades y operadores turísticos. John Santos González, presidente de la Cámara de Comercio de Cusco, reconoció la necesidad urgente de implementar servicios de emergencia en los centros arqueológicos.
A pesar de la afluencia masiva de turistas, muchos de estos sitios carecen de protocolos de emergencia, personal capacitado y equipos médicos básicos. La repetición de estos incidentes subraya la necesidad de una acción inmediata para garantizar la seguridad de los turistas y preservar la reputación de Cusco como destino turístico de clase mundial.