En Perú, la inclusión laboral de personas con diversidad funcional sigue siendo un desafío significativo. Según datos del Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad (Conadis), solo 4 de cada 10 personas con discapacidad en edad laboral tienen empleo.
Romel P., quien presenta una discapacidad motora, comparte su experiencia: «Sí he tenido trabas, pero con las ferias laborales quizá pueda alcanzar algún puesto». Este testimonio refleja la esperanza que ofrecen iniciativas como las ferias de empleo, aunque también evidencia las dificultades persistentes.
Luz Marina Yupa relata la situación de su hija, diagnosticada con parálisis cerebral infantil:
«Mi hijita tiene la discapacidad de parálisis cerebral infantil […] inclusive he sacado carnet de CONADIS, he presentado al consejo cuando hubo una convocatoria pero nunca mi hijita ha tenido un apoyo. […] es muy difícil para una persona con discapacidad encontrar trabajo, mi hija ya tiene 30 años pero es muy difícil porque te cierran las puertas […] me dijeron que con el carnet de CONADIS se le iban a abrir más las puertas y bueno, no hay resultados.»
Pierina Rivas, trabajadora de la bolsa de trabajo para personas con discapacidad del Centro de Empleo Perú, sostiene que “las mismas empresas necesitan contratar a personas con discapacidad para cumplir con su cuota laboral”. Sin embargo, el cumplimiento de estas cuotas es limitado según los testimonios.
La Ley N.º 29973, Ley General de la Persona con Discapacidad, establece que las entidades públicas deben reservar al menos el 5% de sus plazas laborales, y las empresas privadas con más de 50 trabajadores deben destinar al menos el 3% de sus vacantes a personas con diversidad funcional. No obstante, la implementación efectiva de esta normativa enfrenta desafíos.
El acceso limitado a la educación también influye en la empleabilidad. Según la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) de 2022 mencionada en un informe por la Plataforma Digital Única del Estado Peruano, el 41% de la población con discapacidad logra únicamente cursar algún grado de educación primaria a nivel nacional . Esta situación limita las oportunidades de empleo y perpetúa la exclusión social.