La industria textil peruana se encuentra en una situación de alta vulnerabilidad: Mauricio Chirinos, gerente administrativo de Michell & Cía. S.A., estima que las exportaciones al mercado estadounidense podrían disminuir hasta en un 23 % por la aplicación de aranceles del 10 %, mientras que el ingreso de confecciones asiáticas a precios por debajo de su costo real amenaza con desestabilizar el mercado interno.
Chirinos, explicó que esta coyuntura afecta directamente a los productos textiles no tradicionales, especialmente aquellos intensivos en mano de obra como los derivados de alpaca. “Es una industria que da empleo a miles de familias en Arequipa y el sur del país. Si no se corrigen los aranceles y se restringe la salida de materia prima sin valor agregado, la afectación será grave”, advirtió.

De forma paralela, el ingreso masivo de prendas asiáticas está desplazando a la producción nacional. De acuerdo con la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), las importaciones textiles se han incrementado 3.5 veces en los últimos 16 años, y la participación de la industria peruana en el mercado interno se ha reducido en un 20%. Se estima que unas 45,000 micro y pequeñas empresas textiles podrían verse afectadas.
“El problema no es solo la caída de nuestras exportaciones; es también que estamos recibiendo camisas, pantalones y otras confecciones a precios que no cubren ni los insumos internacionales”, señaló Martín Reaño, gerente del Comité Textil y Confecciones de la SNI. Esto significa que muchas de las prendas que llegan desde China se venden a precios tan bajos que ni siquiera cubren lo que cuesta producirlas. Reaño explicó que esta situación podría empeorar debido a la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Como resultado de ese conflicto, grandes cantidades de productos textiles chinos terminen ingresando a Perú, ya que el país tiene aranceles muy bajos (11 %), lo que facilita la entrada de estos productos sin restricciones importantes.
Mientras tanto, gremios empresariales han pedido al Ejecutivo que evalúe la aplicación de medidas de salvaguardia, mecanismos permitidos por la Organización Mundial del Comercio (OMC) para proteger temporalmente a la industria nacional frente a un aumento repentino de importaciones que la perjudica. En ese contexto, han citado como antecedente lo que ocurre con el sector del acero, que actualmente enfrenta denuncias por prácticas de «dumping»: es decir, la venta de productos importados a precios muy por debajo de su valor real o de su costo de producción, lo cual genera una competencia desleal. Esta experiencia se presenta como una advertencia para el sector textil, que podría estar en riesgo de enfrentar una situación similar.
Pese al escenario desafiante, existen oportunidades. Perú mantiene tratados de libre comercio que lo posicionan como proveedor competitivo frente a países que enfrentan aranceles más altos en EE.UU. Además, el precio promedio de exportación de una prenda peruana es de 17 dólares, sustancialmente menor al precio que alcanza en el mercado estadounidense, que va desde los 41 dólares, lo que representa un margen favorable si se mantiene el acceso preferencial.
Chirinos subrayó que una de las principales preocupaciones de la industria textil peruana es la exportación de fibra de alpaca en estado bruto hacia China. “Esto nos deja sin materia prima y sin empleo, porque el valor agregado se produce afuera. Necesitamos fomentar el procesamiento local y restringir la salida de productos sin transformación”, sostuvo.De acuerdo a la Gerencia de Manufactura de la Asociación de Exportadores (Adex) precisó que los envíos en estado bruto se concentran en 52.6% del total de exportaciones.
Esta exportación masiva de fibra de alpaca en estado bruto no solo limita el potencial de desarrollo local. Sino que también pone en riesgo los medios de vida de los criadores de alpacas. Al enviar la materia prima sin un proceso de transformación, se pierde la oportunidad de generar valor agregado en el país, lo que contribuye a la precarización del empleo en las comunidades productoras, que quedan atrapadas en una dinámica de «remate» de su principal recurso sin poder aprovechar sus beneficios a largo plazo.
El sector plantea una alianza entre los ministerios de Comercio Exterior, Economía y Relaciones Exteriores para defender los tratados de libre comercio y negociar condiciones que permitan frenar la crisis de la industria textil peruana frente a los cambios del entorno global.
Redacción por Germain Soto