En tiempos de lecturas fugaces y narrativas mínimas, el escritor peruano Stuart Flores apuesta por la ambición y la densidad literaria. Su nueva obra, Preludio a los delirios de un joven pianista sin cabeza (Dendro Ediciones, 2025), es una novela de más de seiscientas páginas que se presenta este domingo 5 de octubre en la Feria Internacional del Libro de Arequipa.
“A grandes rasgos, es una historia de desamor dentro de un país ficticio gobernado por una dictadura”
comenta el autor en conversación con Entre Líneas Cultura

El título, tan extenso como intrigante, también tiene un sentido provocador. “Es un juego de palabras y de imágenes, pero también una forma de incomodar un poco. Me gusta ver cómo la gente se esfuerza en pronunciarlo bien”, confiesa entre risas.
La crítica ha descrito la novela como una “novela total”, un texto que absorbe géneros, estilos y voces para construir una mirada totalizante del mundo. En ella conviven fragmentos poéticos, pasajes teatrales y relatos insertos en una trama mayor, una especie de mosaico que el propio autor describe como una sinfonía: “En el proceso, fueron apareciendo voces que reclamaban participar de distintas formas —en verso, en teatro, en prosa— y quise integrarlas todas dentro de la novela”.

Aunque el punto de partida fue una historia íntima, el trasfondo político se filtró de manera casi involuntaria. “Empecé escribiendo sobre el desamor, pero poco a poco la historia se fue tiñendo de tintes políticos. No lo planeé, simplemente fue surgiendo”, explica Flores.
Escribir una obra de semejante extensión no estuvo exento de desafíos. El autor admite que en algunos momentos perdió el rumbo: “Hubo un punto en el que tuve que hacer esquemas para no desorientarme. Pero confío en que el lector actual es muy sofisticado y puede moverse en estos laberintos narrativos”.
Frente a una industria literaria que privilegia la brevedad, Flores elige el camino opuesto. “Es una especie de desafío a los tiempos de inmediatez. Hoy todo es efímero, pero hay lectores que todavía buscan perderse en un libro largo”, señala.

Más que una novela, Preludio a los delirios de un joven pianista sin cabeza parece ser una apuesta por recuperar la intensidad de la lectura. “Si el lector logra avanzar hasta el final, me gustaría que sienta un dulce desconcierto —dice Flores—, ese momento en que uno deja de ser autor y se convierte otra vez en lector”.
Redacción por Germain Soto