Miércoles, Diciembre 11, 2024
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Fotografía y tradición: una mirada a la picantería arequipeña

El pasado 4 de diciembre, la Casona Flores del Campo, ubicada en el emblemático Portal de Flores de la Plaza de Armas de Arequipa, fue escenario de la inauguración de la exposición fotográfica Picantería Arequipeña del reconocido fotógrafo Alonso Tejada Polar. Este evento, enmarcado dentro del Festival Mestizo, propuso un diálogo entre lo visual y lo cultural, explorando el significado profundo de la picantería en la identidad arequipeña a través de seis fotografías que, sin duda, dejaron mucho que reflexionar.

Las fotografías de Alonso Tejada no son fáciles de clasificar. Se sitúan en un territorio intermedio, donde el interés compositivo del autor coexiste con una intención publicitaria elegante y discreta. No son simples imágenes comerciales, pero tampoco se puede negar su funcionalidad dentro de un marco promocional. Este delicado equilibrio convierte la serie en un ejemplo de lo que podría llamarse fotografía publicitaria documental, una mezcla de estilos que logra cautivar tanto a los amantes del arte como a quienes buscan un mensaje más directo.

El uso de la luz es uno de los elementos más destacados en esta muestra. Tejada emplea una iluminación que resalta tanto los detalles culinarios como los humanos, sin caer en el artificio. La picantería, más que un espacio gastronómico, se convierte en un símbolo de tradición y pertenencia cultural, una fusión entre el pasado y el presente que trasciende lo meramente visual.

Entre las seis fotografías, hay una en particular que atrapa la mirada por su oscuridad y su juego de luces que descienden desde el techo. En ella, no solo se iluminan las bebidas gaseosas que probablemente financiaron parte del proyecto, sino también el rostro y las manos de una picantera, quien sostiene un retrato de su madre fundadora. Este detalle, íntimo y profundamente humano, ancla la exposición en el contexto emocional y familiar de la picantería, recordándonos que cada plato, cada mesa, tiene una historia detrás.

El proyecto no se limita a la exposición. Estas fotografías formarán parte de un calendario que se distribuirá en Arequipa durante 2025 y también se presentarán como muestra itinerante en diversos espacios de la ciudad. Esto amplía el alcance de la obra, llevándola más allá de las paredes de la Casona Flores del Campo y permitiendo que un público más amplio se aproxime a este diálogo entre tradición y modernidad.

La exposición Picantería Arequipeña representa un acierto en muchos niveles. Aunque no es un foto reportaje o una obra puramente documental, toma elementos de ambos estilos para construir un discurso visual que habla de identidad, pertenencia y memoria. Es una serie que satisface tanto a los exigentes del lenguaje visual como a aquellos que buscan conectar con la cultura arequipeña desde lo cotidiano y lo simbólico.

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Redactado y locución por: Carlos Mauricio Alvarez @ambrossiox

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