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Yaku Raymi 2025: Fiesta Ancestral que Honra el Agua en la Cordillera de Cajamarca

El pasado 13 y 14 de junio, miles de personas se reunieron en las alturas andinas de Cajamarca para celebrar el XVI Yaku Raymi, también conocido como la Fiesta del Agua. Bajo el lema “Porque no hay ser que viva sin agua”

El origen del Yaku Raymi se remonta a más de quince años atrás, cuando diversas comunidades de la región, junto con autoridades locales, comenzaron a reunirse en torno a las 284 lagunas del Alto Perú: un santuario hídrico ubicado entre los 3 500 y 4 500 metros de altitud. Estas lagunas, distribuidas en el distrito de Tumbadén (provincia de San Pablo) y extendidas hacia Hualgayoc, San Miguel y Cajamarca, alimentan a cuatro de las principales cuencas hidrográficas del norte del país: Llaucano, Lambayeque, Cajamarquino y Jequetepeque.

Un recorrido simbólico por la memoria y el territorio

Las actividades de este año iniciaron el viernes 13 de junio, en Ciudad de Dios (Pacasmayo). Allí, el alcalde distrital de Guadalupe, Juan Alberto Castañeda Llanos, ofreció la bienvenida oficial a las delegaciones provenientes de distintas regiones del país. Este punto marcó el inicio de una extensa jornada que incluyó varios espacios significativos del territorio cajamarquino. La primera parada fue la represa Gallito Ciego, seguida de una recepción en Tembladera, capital del distrito de Yonán. Más adelante, los participantes se dirigieron al centro poblado de Llallán, en Chilete (Contumazá), donde se encuentra el nacimiento del río Jequetepeque, cuyas aguas alimentan buena parte de la zona costera del norte peruano.

El recorrido continuó hacia Chilete y San Bernardino, luego al museo Kuntur Wasi, uno de los centros arqueológicos más importantes de la región, que resguarda el oro más antiguo de América. Tras la visita patrimonial, las delegaciones arribaron a San Pablo, donde se llevó a cabo un homenaje a los héroes de la batalla del 13 de julio, episodio clave en la memoria histórica local. 

Una reafirmación espiritual y política en las alturas andinas

El sábado 14, la comitiva se dirigió nuevamente hacia las alturas. El trayecto los llevó por Huambocancha, Porcón, Quilish, Pajuela y Sloglia, hasta llegar finalmente al complejo lacustre de las 284 lagunas. Los asistentes tuvieron la oportunidad de escalar el cerro Llalladén o visitar el mirador El Inka, donde se observaron a las majestuosas cabeceras de cuenca.

En lo más alto se llevó a cabo la ceremonia central del Yaku Raymi. En medio de esta celebración, se realizó uno de los actos más significativos: el nombramiento del nuevo comité organizador que asumirá la organización del Yaku Raymi 2026. De esta manera, se garantiza la continuidad de este pacto en defensa ambiental y cultural. Tras la ceremonia, los asistentes compartieron un almuerzo fraterno, un símbolo de unión comunitaria.

Esta actividad es también un espacio de encuentro plural donde confluyen autoridades, comunidades campesinas, organizaciones sociales y académicas. Más allá del festejo, es una reafirmación política frente a las amenazas de las actividades extractivas, que ponen en riesgo el frágil equilibrio de las cabeceras de cuenca. Declaradas zonas intangibles, estas fuentes de agua siguen bajo presión de intereses mineros. Por eso, su vigencia cobra fuerza como acto de resistencia y compromiso colectivo con la vida. Este 2025, la celebración le recordó al país que defender el agua es defender el futuro de los pueblos andinos y su dignidad.

Nota de Maria Mendoza

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