La III Conferencia de la Comunidad de Clubes de Caminantes de Arequipa, celebrada en la institución cultural y educativa Alianza Francesa, reunió a expertos y aficionados para discutir el impacto del senderismo en la conservación del patrimonio natural y cultural. En Perú, caminar es más que una actividad recreativa. Desde los antiguos caminos incas hasta las rutas que enlazan comunidades andinas, el senderismo preserva la memoria colectiva y fortalece el vínculo con el entorno. En los últimos años, el trekking ha ganado relevancia como herramienta de conservación y desarrollo sostenible en el turismo de aventura.
Durante la conferencia, Verinia Llallacachi, líder de Warmis con Corazón de Montaña, compartió su experiencia ascendiendo el Aconcagua, la montaña más alta de América. Su relato destacó los beneficios psicológicos del senderismo y la importancia de la exploración responsable. “Cada ascenso es un reto personal. La montaña te enseña paciencia, disciplina y resiliencia”, afirmó Llallacachi.
Luis Flores, integrante del Club Montañas y Aventuras, relató su experiencia en Choquequirao y los cambios en la ruta desde su primera visita en 2017. “El acceso ha mejorado, pero también ha aumentado la afluencia de turistas. Si no se controla, podríamos perder parte de su esencia”, señaló Flores.
Senderismo y turismo sostenible
Especialistas de la Asociación de Guías Oficiales de Caminata del Perú enfatizaron la urgencia de establecer regulaciones más estrictas para proteger los senderos históricos. Según el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP), el turismo sostenible ha sido fundamental para la conservación de áreas protegidas, con un crecimiento anual del 8% en visitantes a estos espacios.
El evento también fomentó el intercambio de conocimientos y la creación de redes entre clubes de caminantes y expertos en patrimonio. Investigaciones sobre ecoturismo en Perú revelan que el 60% de los turistas que realizan trekking buscan experiencias culturales auténticas, lo que ha impulsado la creación de rutas que incluyen visitas a comunidades y talleres de artesanía. Esta articulación refuerza la conservación y el turismo sostenible en Arequipa, garantizando que futuras generaciones continúen explorando estos caminos sin comprometer su valor histórico y ambiental.
Nota de Jessimiel Rosas Callata