La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, ubicada entre las regiones de Arequipa y Moquegua, atraviesa una de las peores crisis ambientales de los últimos años. Aunque las imágenes de basura acumulada en las carreteras y bofedales han llamado la atención de la ciudadanía, lo cierto es que el estado actual de la reserva revela un panorama mucho más crítico.
El más reciente Plan Maestro de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 2025–2030, publicado por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP), identifica al menos siete amenazas ambientales activas que ponen en riesgo no solo a las especies protegidas como la vicuña y el taruca, sino también la estabilidad de ecosistemas únicos como los bofedales, queñuales, y lagunas altoandinas. Estas mismas han sido calificadas como de alto riesgo para la integridad del área protegida.
Según el diagnóstico técnico del propio SERNANP, entre las más graves se encuentran el manejo inadecuado de recursos no metálicos y paisajísticos, como ocurre en la laguna de Salinas, donde la extracción de sal por parte de comunidades y empresas privadas se realiza con escasa fiscalización. Sumando los factores transversales como son la fragmentación institucional, la débil supervisión ambiental y la falta de articulación entre autoridades,la problemática se agrava.
Otra amenaza importante es el deterioro de ecosistemas, como los bofedales, yaretales y matorrales secos, afectados por la contaminación del suelo por parte de transeúntes, pérdida de cobertura vegetal y la erosión acelerada por prácticas ganaderas de bajo sostenimiento ambiental. En paralelo, la sobreexplotación de recursos naturales, como la fibra de vicuña y la tola, se da sin capacidades técnicas suficientes ni procesos adecuados de comercialización.
Una acción necesaria, pero insuficiente
En este escenario, el próximo domingo 27 de abril se llevará a cabo una “mega campaña de limpieza” convocada por la Municipalidad Distrital de Yanahuara y la asociación Peruanamente. Más de mil voluntarios apoyarán con la expectativa de recolectar hasta 60 toneladas de residuos sólidos, una meta alta considerando los resultados de años anteriores donde se recogieron 8 toneladas en promedio de la zona.

Si bien esta campaña representa un esfuerzo institucional y compromiso ciudadano, su alcance sigue siendo limitado frente a la crisis ecológica en la reserva. “Hay acumulación de basura lo cual es perjudicial para la fauna, sobre todo para nuestra vicuña”, advierte Flor de María Ataucusi, promotor turístico de Autocolca. A ello se suma la voz del alcalde Sergio Bolliger, quien reconoce que el problema excede la capacidad operativa de una sola municipalidad.
La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, hábitat de más de 150 especies de aves y 37 especies de mamíferos, incluidas especies amenazadas como el guanaco y el puma andino, se encuentran en peligro.Teniendo en cuenta el panorama real, la campaña de este domingo puede ser un punto de partida, pero no puede convertirse en el único horizonte de acción.